La mejor motivación empresarial para adoptar cambios hacia una economía más moderna es la regulación. Porque cuando la Ley nos obliga, nos motivamos inmediatamente para cumplirla.
Ya está en marcha la Ley 11/2018 que obliga a una gran parte de las empresas españolas a ser transparentes sobre sus prácticas, políticas y objetivos de responsabilidad social, con un amplio set de indicadores ESG a cumplimentar.
Pero la exigencia regulatoria en términos de transparencia y compromiso de sostenibilidad no ha hecho más aumentar desde entonces, y el pasado 10 de noviembre el Parlamento Europeo aprobó la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que aumenta las responsabilidades de las empresas en su rendición de cuentas ESG y además obliga a informar sobre el efecto de su actividad en las personas y el medioambiente. Y aún más, en noviembre el EFRAG aprobó el primer conjunto de Estándares de Información de Sostenibilidad de la UE (“ESRS”).
La regulación europea ya ha hecho su trabajo, y ahora son las empresas las que tienen que decidir si este esfuerzo va a ser simplemente un engorroso trámite o lo van a aprovechar para crear valor en sus marcas, aprovechando la oportunidad para mostrar los puntos fuertes en materia de sostenibilidad que nos permiten añadir valor a la empresa mediante la reducción de riesgos percibidos y el diseño de estrategias sólidas que puedan aprovecharlas oportunidades.
Esto es, podemos limitarnos a cumplir con la Ley o hacer un Informe que realmente tenga la capacidad de generar valor para nuestras marcas. Estos son los cinco puntos que tienes que tener en cuenta para hacer un buen Informe de Sostenibilidad:
1. Haz un estudio previo de doble materialidad. Antes de decidir la forma y los contenidos del Informe, investiga los temas que son más relevantes para los grupos de interés de tu empresa y cuáles son los que más impacto social y ambiental generan, y a la vez aquellos aspectos ESG exteriores que más influyen en tu compañía. De esta manera incluirás en tu informe tanto los aspectos relevantes de sostenibilidad que generan “impactos hacia adentro” y aquellos que generan “impactos hacia afuera”.
2. Decide el formato en el que vas a reportar antes de empezar. En materia de sostenibilidad existen tres marcos fundamentales: memorias de sostenibilidad, informes integrados y estado de información no financiera. Aunque sólo el último es el obligatorio en España, puedes optar por formatos más modernos, más parecidos a los de tu competencia en otros países, y que te van a permitir estructurar la información de manera más encajada con la estrategia empresarial general. El Informe Integrado es actualmente el formato más usado por las compañías responsables con más vinculación a los mercados financieros internacionales, como es el caso de la mayoría de las empresas deI bex35. Además, dado que la CNMV establece aspectos ESG muy claros a comunicar en el Informe de Gestión, la inclusión de todo en un mismo formato es más cómoda y da mayor sensación de coherencia estratégica y comunicacional.
La elección del formato va a condicionar la estructura de contenidos y las personas de tu empresa que se van a implicar en el proceso.
3. Decide los estándares que vas a utilizar para presentar tus datos. Es importante utilizar estándares de reporte internacionales para la información sobre la sostenibilidad de la empresa, ya que muchos de los grupos de interés o son internacionales o necesitan comparar nuestros datos con un entorno internacional. Existen diversos estándares de publicación para los asuntos de Sostenibilidad internacionalmente reconocidos; Pacto Mundial de lasNaciones Unidas, Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Acuerdo de París sobre cambio climático, Principios Rectores de Naciones Unidas, norma (ISO)26000, y sobre todo GRI (Global Reporting Initiative). Procura publicar bajo el formato GRI ya que los 82 requerimientos de los estándares obligatorios de reporte en la UE (EFRAG) están basados fundamentalmente en GRI.
4. Ten en cuenta que tu contexto de sostenibilidad tiene que tener en cuenta toda la cadena de valor. Cuando un consumidor se decide por comprar tu marca, está comprando también a tus proveedores. Asume la responsabilidad sobre ellos porque tus clientes ya la han puesto en ti. Si, por ejemplo, el reciclaje ha surgido como un tema muy material en tu negocio, no olvides explicar qué estás haciendo para mejorar la capacidad de reciclaje de tus proveedores y cómo lo estás midiendo. Tu imagen y tu propósito deben ser coherentes con la manera de trabajar de tus proveedores y el Informe de Sostenibilidad es donde vas a poder ponerlo de manifiesto.
5. El informe del año anterior es el primer paso para el informe del año siguiente. Una vez publicado, no olvides provocar un diálogo sobre el Informe con tus grupos de interés. La participación sistemática de los grupos de interés, ejecutada y analizada adecuadamente, va a ayudarte a mantener un aprendizaje continuado en tu organización sobre el entorno social y ambiental en el que opera y, además, fortalecerá la confianza y mejorará la rendición de cuentas. Con toda esta información, pon en marcha un plan director de Sostenibilidad para gestionar lo que puedas (y debas) mejorar y que será la base del Informe del año siguiente. El compromiso tiene recompensa en la imagen de tu marca.
Y una bola extra. Utiliza el Informe para anticiparte a los continuos cambios regulatorios. Piensa que estamos en un tiempo en el que la transparencia y la comparabilidad de datos están cada vez más en el punto de mira de las instituciones públicas. Lo que ahora es un debate entre públicos expertos puede acabar siendo un debate político e impulsar nueva regulación. Aprovecha el diálogo con tus grupos de interés para entender mejor estos debates y cómo tu empresa puede ayudar antes de que sea tarde. El Informe de Sostenibilidad, en cualquiera de sus formatos, es un buen lugar para generar valor financiero en tu compañía.
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Emilio Vera Martín
Consultor senior Sigma Rocket